La pérdida del sentido filosófico en el mindfulness.


mindfulness.




Por Morten Tolboll
Hoy en día, la meditación es asociada generalmente a un mindfulness, en el que la filosofía, la espiritualidad y la religiosidad han sido reducidas a psicología y psicoterapia (piensa solo en cómo el término “éticamente neutro” del mindfulness moderno se percibe como algo positivo). En otras palabras: el mindfulness se ha convertido en lo que yo llamo una mitología de la autenticidad.
La psicología clínica y la psiquiatría, desde la década de 1970, han desarrollado una serie de aplicaciones terapéuticas basadas en el mindfulness para ayudar a las personas que experimentan una variedad de afecciones psicológicas. La práctica del mindfulness se emplea para reducir los síntomas de la depresión, para reducir el estrés, la ansiedad y la adicción a las drogas.
Se han adoptado programas basados en el de Kabat-Zinn, y modelos similares, en escuelas, prisiones, hospitales, centros de veteranos y otros entornos, y se están aplicando programas de mindfulness para obtener resultados adicionales, como el envejecimiento saludable, el control del peso, el rendimiento deportivo, la ayuda a los niños con necesidades especiales, y como intervención durante el período perinatal.
La revolución del mindfulness parece ofrecer una panacea universal para resolver casi todas las áreas de preocupación diaria. Los libros recientes sobre el tema incluyen: crianza consciente, alimentación consciente, enseñanza consciente, política consciente, terapia consciente, liderazgo consciente, una nación consciente, recuperación consciente, el poder del aprendizaje consciente, el cerebro consciente, el camino consciente a través de la depresión, el camino  consciente a la auto-compasión. Lo que los científicos llaman aplicaciones “éticamente neutras”, son muy a menudo técnicas subjetivas, sofisticadas y en absoluto neutrales.
Varios estudiosos critican la manera en la que se está definiendo o representando el mindfulness en las publicaciones recientes de psicología occidental. Estas formas modernas de comprender el mindfulness se alejan significativamente de lo que se recoge en los primeros textos budistas y en los comentarios autorizados de las tradiciones theravada y mahayana.
La popularización del mindfulnes como “mercancía” está siendo criticada, y algunos críticos la llaman “McMindfulness”. Según Jeremy Safran, la popularidad del mindfulness es el resultado de una estrategia de marketing:
“McMindfulness es la comercialización de un sueño construido, un estilo de vida idealizado, un cambio de imagen de la identidad”.
Según Purser y Loy, el mindfulness no se está utilizando como medio para despertar a la comprensión de las “raíces malsanas de la codicia, la malevolencia y la ignorancia”, sino que se ha transformado en una “técnica banal, terapéutica y de autoayuda” que tienen el efecto contrario: el reforzamiento de esas actitudes malsanas. Si bien el mindfulness se está comercializando como un medio para reducir el estrés, en el contexto budista forma parte de un programa ético que lo integra todo con el propósito de fomentar la “acción correcta, la armonía social y la compasión”. La privatización del mindfulness no tiene en cuenta las causas sociales y organizacionales del estrés y del malestar, sino que más bien al contrario promueve la adaptación a estas circunstancias.
Según Bhikkhu Bodhi, “sin una crítica social aguda, las prácticas budistas podrían usarse fácilmente para justificar y estabilizar el status quo, convirtiéndose en un refuerzo del capitalismo consumista”. La popularidad de la nueva marca mindfulness ha mercantilizado la meditación a través de libros de autoayuda, clases de meditación guiada y retiros de mindfulness.
Los maestros budistas critican que este movimiento se presente como equivalente a la práctica budista, cuando en realidad supone una desnaturalización del budismo con consecuencias indeseables, como no fundamentarse en la moral reflexiva tradicional y, por lo tanto, alejarse de la ética budista tradicional. Las críticas denuncian tanto esta a-moralización como la re-moralización según una ética clínica. El conflicto se presenta a menudo en relación con las credenciales y calificaciones del maestro, más que en relación a la práctica real del estudiante. Las prácticas influenciadas por un budismo reformado se están estandarizando y manualizando, separándose claramente del budismo, que es percibido como una religión confinada a los monasterios, y se expresa en los centros de meditación moderno como un mindfulness basado en una nueva ética psicológica.
En el contexto tradicional, la filosofía es una parte central del mindfulness. Hay especialmente dos aspectos que lo indican: la indagación y el discernimiento.
1) La indagación surgida del asombro (pali: vichara)
Los grandes maestros practicaron el asombro y la indagación filosófica, es decir, no una mera investigación intelectual como en la filosofía académica, y tampoco en el sentido de repetir un mantra, no. Su asombro y su indagación filosófica constituyen un camino meditativo-existencial, como el practicado en el silencio sin palabras dentro de una poderosa indagación existencial. Como dijo Platón, la filosofía comienza con el asombro y la indagación. Probablemente conozcas el asombro que se siente cuando miras las estrellas o cuando te enfrentas al sufrimiento del mundo. Este asombro te llena con un silencio en el que todos los pensamientos, explicaciones e interpretaciones desaparecen en un instante. Es en este silencio en el que uno se hace las grandes preguntas filosóficas, abiertas hacia adentro y hacia afuera, escuchando y observando, sin palabras, sin evaluaciones.
El silencio sin palabras del asombro existencial es lo mismo que plantearse preguntas filosóficas de una manera meditativa-existencial. Y es este cuestionamiento filosófico el que puede ser el comienzo de una profunda indagación sobre el ser humano y la realidad, un viaje filosófico de por vida hacia la fuente de la vida: el Bien, la Verdad y la Belleza.
Sin embargo, la mayoría de las personas pierden este silencio a medida que crecen y se satisfacen con explicaciones e interpretaciones. Y esa es la diferencia entre los grandes maestros y la gente común. Los grandes maestros tenían un fuerte anhelo de algo inexpresable, de algo que no puede satisfacerse con explicaciones e interpretaciones, tal vez un anhelo de despertar, o de realización. Con todo el cuerpo, con vida y la sangre, con el alma y el espíritu, con el cerebro y el corazón, indagaron en la vida e indagaron en ellos mismos. Indagaron en todo y lo hicieron de manera meditativa, como si todo fuera algo completamente nuevo. Debido a que este cuestionamiento e indagación filosóficos constituye una técnica de meditación central, la conciencia se abre a la Fuente. En otras palabras, utilizaron cuestiones filosóficas como koans universales. Todas las demás prácticas espirituales solo fueron usadas para apoyar esta indagación.

Aquí es donde entra el niño. Los niños todavía se formulan preguntas filosóficas. Por eso a menudo uso el libro El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, para explicar la simplicidad de este asombro.
2) Discernimiento (pali: viveka).
Al principio, el mindfulness se caracteriza por el hecho de que te permite darte cuenta,  como tú mismo has descubierto una y otra vez, de que hace ya mucho tiempo que vives abstraído en tu pensamiento, evaluando, comparando, esperando y preocupándote, y de que una y otra vez te distraen los pensamientos. De hecho esta es una parte importante del entrenamiento. De lo que se trata es de que tomes conciencia de este hecho y de que tengas una mente sobria una y otra vez, de que te salgas de ese flujo de palabras e imágenes que se produce automáticamente. Fue esta práctica que Shankara llamó la Corona del Discernimiento. Día a día y año tras año, es necesario mantener claro el nivel de discernimiento. Esto se hace discerniendo entre la observación neutral y la distracción, una y otra vez.
Así es como se empieza a pensar críticamente y a elaborar argumentos racionales. Supone una clarificación de los pensamientos. En el pensamiento crítico ocupa una posición central el discernimiento entre sujeto y objeto, sueño y realidad, engaño o ilusión y verdad o realidad.
El pensamiento crítico y, por lo tanto, el discernimiento son virtudes centrales en la espiritualidad tradicional. Los místicos dominicos llaman a estos pasos discriminatio, la capacidad de discernir entre el uso mundano o religioso de la energía. Los orientales lo llaman viveka, discernimiento, la capacidad de usar tu voluntad como una parte de la energía para dirigirla hacia ti mismo, hacia prácticas tales como la oración, los mantras o la  meditación, en vez de hacia el éxito profesional, la mundanidad o el desarrollo personal.
Según Rao y Paranjpe, viveka puede explicarse más detalladamente como:
“Sentido de discernimiento; sabiduría; discernimiento entre lo real y lo irreal, entre el yo y el no-yo, entre lo permanente y lo impermanente; indagación discriminativa; correcto discernimiento intuitivo; discernimiento siempre presente entre lo transitorio y lo permanente”.
En su artículo Neo-Advaita o Pseudo-Advaita y Real Advaita-No-dual, Timothy Conway se opone a la tendencia moderna a centrarse solo en el mindfulness, y escribe sobre la necesidad del pensamiento crítico y el discernimiento en una práctica espiritual:
“Algunos maestros espirituales y sus discípulos están encerrados en un punto de vista que los obliga a ver lo que sucede solo como “bueno” o solo como “perfecto” o incluso como “nada sucede realmente”, y han abandonado toda capacidad para evaluar los fenómenos y distinguir lo que podemos llamar los 3 niveles de la realidad no dual:
Nivel 1: el nivel convencional de “apropiado e inapropiado”, “útil y dañino”, “correcto e incorrecto”, “justicia e injusticia”, “arriba y abajo”, “femenino y masculino”, etc .
Nivel 2: la “verdad celestial” según la cual todo lo que les ocurre a todas las almas inmortales es “perfecto”, la “manifestación exquisita de la Voluntad Divina”, el “juego perfecto de Conciencia” que lleva a estas almas a la Realización de Dios.
Nivel 3: la Realidad Absoluta, en donde se comprende que todo lo que sucede es un sueño, así que nada sucede realmente, no hay mundos distintos, no hay seres distintos, no hay multiplicidad, solo Dios, solo Conciencia Divina.
Es una gran paradoja que la Realidad no dual tenga estos diferentes niveles de verdad, pero esto es algo que se ve confirmado por textos y enseñanzas de orientación no dualista de sabios de diferentes culturas sobre la naturaleza de la Realidad en el nivel convencional, el nivel de la verdad celestial y el nivel de la verdad absoluta (que, estrictamente hablando, no es un “nivel” sino la Realidad única, absolutamente verdadera, mientras que los niveles 2 y 3 son “relativamente verdaderos”, dependientes de la Realidad Absoluta o Parabrahman).
El punto relevante aquí es que las personas que no honran simultáneamente estos tres “niveles” de Realidad, especialmente el nivel convencional (nivel 1 en el modelo anterior), piensan erróneamente que usar el discernimiento o el pensamiento crítico, es decir, criticar cualquiera forma de pensamiento o comportamiento, significa “ser negativo” o “iluso” o “usar la cabeza, no el corazón”. (En realidad, un verdadero sabio es libre de utilizar tanto la cabeza como el corazón como instrumentos de conciencia, sensibilidad y capacidad de respuesta).
Sin embargo, el pensamiento crítico es el arte antiguo, expresado en el nivel convencional de la realidad cotidiana, de evaluar las creencias, y el comportamiento consecuente, en beneficio del bien individual y el bien común, aquello que nos sirve plenamente, no nos debilita ni nos desequilibra. El pensamiento crítico puede 1) identificar cualquier pensamiento defectuoso, autoengaño, puntos ciegos, distorsión, desinformación, propaganda y prejuicios en el nivel cognitivo de nuestros puntos de vista, y 2) identificar actitudes y conductas externas que no sirven a nuestro bienestar individual y colectivo, es decir, las actitudes y los comportamientos que no nos liberan ni nos empoderan de verdad y/o no concuerdan con una ética y un sistema de valores que promuevan la liberación auténtica, la justicia y la igualdad.
Un artículo informativo de Wikipedia sobre el tema dice que el pensamiento crítico valora “la claridad, la credibilidad, la precisión, la profundidad, la amplitud, lógica, la importancia y la equidad”. No es de extrañar que los expertos en el campo de la psicología y la educación crean que nuestra sociedad y nuestras escuelas necesitan mucho más énfasis, no menos énfasis, en las habilidades de pensamiento crítico, de modo que podamos funcionar mejor a partir de hechos y premisas sólidas, no de delirios, mentiras, medias verdades y prejuicios. Por ejemplo, en el ámbito de la política, la salud, las corporaciones y los medios de comunicación, y ciertamente en el campo de la religión y la espiritualidad, se necesita un pensamiento mucho más crítico, no menos, para distinguir el hecho de la ficción, la verdad de la mentira, lo apropiado de lo inapropiado, el bien del mal.
La antigua India desarrolló una sana tradición de pensamiento crítico y debate, debatiendo los méritos y desventajas de ciertas posiciones filosóficas y/o metafísicas y estilos de vida conductuales. Los sabios de los Upanishads, Buddha, Nāgārjuna, Śaṅkara y otras famosas luminarias espirituales muestran con fuerza esta sana tendencia de crítica constructiva y debate. Lo mismo sucede con la antigua sabiduría griega de nuestra tradición occidental. El artículo de Wikipedia sobre “pensamiento crítico” explica, como cualquier diccionario griego-español aclara, que el verbo krino significa ‘elegir’, ‘decidir’ o ‘juzgar’, y ‘separar’ o ‘separar el trigo de la paja’, o ‘lo que tiene valor de lo que no lo tiene’. Por lo tanto, una persona krino, o crítica, es alguien que puede discernir, juzgar o arbitrar de manera útil.
Se dice que Jesús dijo: “No juzgues y no  serás juzgado”, pero los Evangelios indican que el mismo Jesús frecuentemente juzgó y discernió lo bueno de lo que no era bueno. Su mensaje de “no juzgues” fue dirigido a los hipócritas, no fue pensado como una instrucción general para que nadie se involucrarse nunca en un pensamiento crítico serio. Y acuérdate que Jesús se enfrentó a los mercaderes y asesinos de animales en el templo de Jerusalén, y luego los echó de ese lugar.
Por lo tanto, podemos decir que, aquellos que son críticos, tienen la capacidad de discernir la verdad del engaño y lo apropiado de lo inapropiado.
Un punto general a recordar sobre el pensamiento crítico, y la crítica de los puntos de vista y comportamientos defectuosos, es que siempre debemos esforzamos por mantener la empatía y la humildad y un espíritu de “crítica constructiva”. Debemos evitar la crítica destructiva y toda clase de arrogancia, hipocresía y malicia cuando intentamos criticar la falsedad y afirmar una verdad mayor.
Filosofía significa amor a la sabiduría. Con la indagación y el discernimiento regresamos al asombro existencial. A medida que la práctica de la meditación avanza, los pensamientos personales comienzan a abrirse a las imágenes originales. Los pensamientos se  caracterizarán por preguntas más comunes y universales: ¿Cómo puede preserva el ser humano la paz mental y el equilibrio en todas las relaciones de la vida? ¿Cómo aprendemos a apreciar los bienes verdaderos y dejamos ir los objetivos transitorios y vanos? ¿El destino del ser humano forma parte de un plan más amplio?
La filosofía es un aspecto muy central en todas las prácticas espirituales tradicionales. Entre las tradiciones originales de sabiduría están el gnosticismo y el misticismo dentro del cristianismo primitivo y medieval, el sufismo en el islam, el hasidismo y la cabalá en el judaísmo, el advaita vedanta en el hinduismo, el zen y el dzogchen en el budismo. En China encontramos el taoísmo. Pero aún más viejos son el chamanismo y el paganismo; prácticas religiosas a las llamo con un solo nombre: la religión y el arte antiguos.
Morten Tolboll
@LoaferTolboll
Artículos relacionados:
  • The Eckhart Tolle Show – a Critique.
  • “El Show de Eckhart Tolle – una crítica”.  (En este artículo muestro que la enseñanza de Tolle no es más que una psicología mindfulness guiada, que abjurando del pensamiento, funciona como un medio hipnótico para la ideología de Tolle, a saber, el movimiento del Nuevo Pensamiento).
  • McMindfulness – The Marketing of Well-Being, by Jeremy D. Safran, in Psychology Today, Posted Jun 13, 2014.
  • “McMindfulness – La comercialización del bienestar”, por Jeremy D. Safran, en Psychology Today, publicado el 13 de junio de 2014
  • Beyond McMindfulness, by Ron Purser and David Loy, Huffington Post, posted July 1, 2013.
  • “Más allá de McMindfulness”, por Ron Purser y David Loy, Huffington Post, publicado el 1 de julio de 2013.
Libros relacionados:
Traducido por Dokushô Villalba para el blog de la Escuela de Atención Plena (www.eaplena.es).

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