LA MEDITACIÓN

Buenos día compañeros. Ayer os comenté lo que me sucedió en un cursillo de la Diputación, y hoy quería ampliaros un poco el porque de mi enfado.
Para los que nos tomamos en serio la cuestión de la meditación, lo de enseñar a meditar a parados para que encuentren empleo, nos parece como mínimo, una verdadera ofensa, al intentar reducir algo tan importante a una mera manera de relajarse.
Si que es cierto que la meditación ayuda a relajarse y por supuesto a muchas cosas más.
Ahora bien, intentar  iniciar a una personas que lo que necesita es trabajar en la meditación, simplemente para que esté tranquilo, me parece que no responde, ni respeta,  la verdadera naturaleza de  la meditación.
Dentro del budismo la meditación es muy importante. Cada escuela tiene diferentes maneras y técnicas específicas. Para algunas es la forma mediante la cual la mente logra alcanzar un plano de realidad y entendimiento que va más allá de lo aprendido y, tiene que ver más con lo sensorial. También se puede ampliar o controlar el espectro de motivaciones de la personalidad.
Según el zen, meditar es la condición natural de la conciencia humana, capaz de comprender por sí sola el significado de su existencia, aun si esto ocurre a nivel del inconsciente. Esta percepción se interrumpe por la agitación o el interés en los asuntos particulares que absorben nuestra atención. La práctica de un sistema o rutina de meditación devolvería a la mente a ese estado básico y primordial. Algunos maestros zen dicen que meditar es «tocar el corazón» del ser humano.
La meditación nos ayuda en  el desarrollo de la bondad y el «conocimiento superior».
las diferentes técnicas de meditación pueden ser clasificadas de acuerdo a su enfoque. Algunas se enfocan en el campo de la percepción y la experiencia, también llamada de conciencia plena (mindfulness en inglés). Otras se enfocan en un objeto determinado, y son llamadas de «concentración». Hay también técnicas que intercambian el campo y el objeto de la meditación.
Las técnicas de aproximación a la meditación varían desde las que se basan en observar la respiración, en visualizar algún pensamiento positivo o imagen inspiradora, enfocar algún objeto o imagen (como un mándala), las invocaciones, hasta las que se basan en tipos de compleja «alquimia espiritual». También existen las meditaciones sin objeto, desenfocando la tensión mental. Además de lo descrito antes sobre el pensamiento en la meditación, durante ésta se puede dejar fluir libremente las imágenes mentales, sean claras o confusas, como cuando se está a punto de conciliar el sueño. También se puede dejar fluir las sensaciones, emociones, impulsos y energías corporales, normalmente sin intervenir en ellas, pero tampoco dejándose llevar o enredar, de manera que muestran finalmente una tendencia a reordenarse por sí solas; aunque existen métodos de reflexión y técnicas de concentración en que la conciencia las puede manejar.
Si es cierto que algunas técnicas de meditación pueden ayudar a mejorar la concentración, la memoria, la salud emocional y mejorar el sistema inmunitario y la salud en general.Actualmente al menos dos tipos de meditación se ha probado efectivo para aumentar el cociente intelectual (presencia abierta y focalización), mejorar la memoria e incluso modificar partes del cerebro como el hipocampo o la ínsula.
Otros estilos de meditación otorgan igualmente distintos beneficios a la salud mental y física de sus practicantes, especialmente un mejoramiento de la inteligencia emocional y del sistema inmunitario. Entre los más comunes se encuentran el alivio del estrés y la reducción de la presión sanguínea.​
Algunos estudios científicos acerca de la meditación zen registraron diferencias significativas entre el funcionamiento del sistema nervioso y cerebral de personas que meditaban regularmente y el de las que no.
Un estudio realizado en la Universidad de Melbourne en Australia en 2011 sugiere que el silencio mental obtenido en la meditación pueden reducir el estrés laboral y ser una terapia contra la depresión.
Ahora bien hay que tener en cuenta que la disciplina de la meditación puede cambiar el funcionamiento del cerebro y permitir alcanzar distintos niveles de conciencia, por lo que vanalizar sobre este tema puede llevarnos a recorrer caminos para los que la persona a lo mejor nos se encuentra del todo preparada.
Como hemos visto la meditación es una disciplina que va a tener un gran efecto sobre nosotros, por lo que resulta necesario que la persona que vaya a iniciarse, adquiera un grado de compromiso con lo que está haciendo, entendiendo todos los cambios que esto le va a proporcionar en su vida. Reducir la meditación simplemente a una técina de relajación, es no entender lo que significa en realidad la meditación y podríamos estar abriendo una serie de puertas  a pesonas que todavía no están preparadas para asumirlas.
Como todos sabéis desde hace años me dedico a la Medicina Tradicional China y por experiencia he de decir que me molesta, por no decir que me asusta, el empleo que se están haciendo de muchas de estas disciplinas tan serias en occidente,  que solo ven en ellas una parte de lo que son en realidad, sin entender lo que significan en su totalidad.


  

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