Llegan las 'tradwives' arrepentidas: “Yo solo mostraba las bondades de la vida doméstica, pero aquello era una cárcel"
A medida que avanzaba el fenómeno de las "esposas tradicionales", auspiciado por la extrema derecha, también han ganado altavoz mujeres que lo han dejado atrás y señalan sus trampas.
Enitza Templeton, 'trad wife' arrepentida.
“Era estudiante universitaria, iba al gimnasio, no descansaba, no paraba, intentaba todo el día cuadrar una agenda llena y sin un momento para mí. Me acabé quemando”, recordaba Estee Williams, ‘tiktoker’ y una de las primeras en viralizar el fenómeno ‘tradwife’. Con ese deje negativo explicaba el pasado que había abandonado para dedicar su vida exclusivamente a los cuidados domésticos, ejerciendo de madre, esposa y ama de casa a tiempo completo.
Sus primeros virales datan de 2022. Desde entonces, el movimiento ha crecido en número. Cada vez hay más ‘influencers’ que predican los mismos eslóganes en contra de la emancipación femenina, además de ser mayores sus impactos y seguidores (Williams, por ejemplo, en el último año ha duplicado seguidores).
Pero, a medida que ha crecido la exposición de las ‘tradwives’, también han ganado altavoz voces opuestas que han renunciado a ese estilo de vida. “Las redes sociales embellecen la realidad”, cuenta Enitza Templeton, que dejó su empleo para vivir como ‘tradwife’. Su matrimonió duró 10 años, hasta que no pudo más. “Yo solo enseñaba pequeños vídeos de 30 segundos con las bondades de la vida doméstica donde se omitía toda la fealdad de este tipo de relaciones”, cuenta a sus más de 200.000 seguidores, recordando los vídeos que grababa embelleciendo un día a día que al final “resultó una cárcel”.
Dependencia económica del marido
“Básicamente –resume–, este tipo de relaciones se basan en ceder todo el poder al otro”. Detalla cómo intentaba camuflar la falta de independencia llenando su tiempo con actividades domésticas, ya fuera levantándose a las cuatro de la mañana para cocinar, limpiar la casa o, cuando esto fallaba, teniendo más hijos. Sin embargo, “la mentira no podía durar mucho más” y decidió divorciarse. No se dio cuenta de lo socialmente encadenada que estaba a su marido hasta que, a los 37 años, tuvo que encontrar un empleo con un vacío de una década en su currículum: “Al principio viví con ayuda de la caridad”.
“Tanto la opresión sexual como la explotación económica (o de clase) están estrechamente relacionadas”, explica Sara López, investigadora en la Universitat Autònoma de Barcelona especializada en género. “Los roles de género se están recuperando como un estilo de vida”, aunque las anteriores generaciones los rechazasen por sexistas, y esto tiene un grave impacto en la emancipación de la mujer, advierte.
"Los roles de género se están recuperando como un estilo de vida”
Hay cientos de historias similares a la de Templeton. Megan Anderson (con 80.000 seguidores), también 'tradwife’ arrepentida, actúa como documentalista de los relatos de estas mujeres en TikTok, respondiendo dudas y haciendo acompañamiento a cuentas anónimas que acuden buscando apoyo moral. Cree que cada vez hay más mujeres despertándose y quiere ayudarlas, especialmente, debido a su posición de privilegio: “Mi marido se dio cuenta de la desigualdad y viví un proceso de deconstrucción conjunto”. Cree que, por eso mismo, es una afortunada. Tras años con su cuenta, ninguna de las ‘tradwives’ que han acudido a ella ha podido prosperar sin romper su matrimonio.
"Es una farsa reaccionaria"
Otro nombre que resuena mucho es el de Alena Kate Pettitt. Se considera “la ‘tradwife’ original” al tratarse de las primeras en usar el término en medios generalistas. Se hizo famosa en 2020, en una entrevista de la BBC. Desde entonces ha sacado libros y hasta ha montado una academia sobre cómo ser la perfecta ama de casa. Aunque sigue usando el término ‘tradwife’, ha decidido bajarse del barco y mantener un perfil mucho más bajo: ha pasado de aparecer diariamente en medios a no conceder entrevistas y eliminar su Instagram.
“El movimiento se ha convertido en su propio monstruo”
¿El motivo? “El movimiento se ha convertido en su propio monstruo”, denuncia. Ella, que se hizo ‘tradwife’ porque desde un punto de vista económico se lo podía permitir y porque se sentía atraída por él debido a sus valores cristianos y gustos personales, advirtió que en los últimos años el movimiento había perdido cualquier tipo de autenticidad. Lo que antes veía como una elección propia, notó que, a través de una calculada parafernalia mediática, se había convertido en un movimiento político que no tenía el bienestar de las mujeres y sus familias como objetivo, sino que había otros motivos ulteriores. Al final, la celebración de movimientos como el ‘tradwife’ está vinculada a la ultraderecha y “supone una farsa reaccionaria”, puntualiza López.
La historia de Lauren Southern lo atestigua. Ella, ‘influencer’ antifeminista desde el primer mandato de Trump y posterior predicadora de la vida ‘tradwife’, fue víctima de violencia sexual por parte de la figura ultraderechista Andrew Tate. Cuando lo denunció, la esfera política conservadora la abocó al ostracismo. Es uno de los episodios que cuenta en su libro, donde detalla cómo el movimiento ‘tradwife’ está estrechamente vinculado con la ultraderecha y cómo expone a las mujeres a una profunda violencia, hasta el punto en que ella misma llegó a contemplar el suicidio como vía de escape de este ecosistema machista, misógino y violento.
Fuente: Abel Cobos - Levante
Actualizada 20 OCT 2025 12:01
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